En el barrio Alpachaca de Guaranda, se erigirá esta vivienda unifamiliar de líneas rectas y minimalistas. Con una superficie de 200 metros cuadrados repartidos armónicamente en dos plantas, llama la atención su elegante fachada en tonos blanco, gris claro y café medio que, gracias a la fina textura lisa de las paredes de hormigón, despide luminosidad y sobriedad.

La entrada principal, enmarcada por amplios ventanales, abre paso a un salón principal de dimensiones generosas y flujo luminoso. Las ventanas, estratégicamente distribuidas de manera simétrica, aportan un equilibrio visual y permiten una óptima iluminación natural. La puerta de entrada, de diseño moderno y acabados refinados en madera, invita a adentrarse en un espacio acogedor y seguro.

La construcción de la vivienda ha sido pensada con materiales de alta calidad, como hormigón, madera, piedra, vidrio y aluminio, garantizando durabilidad y resistencia. El diseño estructural, además de su estética impecable, ha sido concebido con miras a la eficiencia energética.

El entorno exterior de la casa alberga una pequeña área verde, que añade un toque de frescura y naturaleza al conjunto arquitectónico. Asimismo, se han dispuesto espacios para estacionamiento, contribuyendo a una experiencia de vida cómoda y práctica para sus habitantes.

Una cerca blanca, compuesta por hormigón y hierro, rodea la propiedad, ofreciendo privacidad y seguridad. La puerta de entrada, de madera, se integra de manera armoniosa en este conjunto, enfatizando la sensación de hogar y bienestar.

La volumetría, los materiales e instalaciones concebidas cumplen con la normativa establecida.

En definitiva, esta casa ha sido diseñada para satisfacer las necesidades de una familia moderna, que valora la comodidad, la seguridad y el estilo en su hogar.

200 m².

2024.