Cada piso cuenta con balcones prominentes que sobresalen de la fachada principal, creando un juego de volúmenes que añade profundidad y dinamismo visual. Estos balcones están equipados con barandillas de vidrio, manteniendo la transparencia y ligereza del diseño. Los techos de los balcones, revestidos en madera, aportan un toque cálido al exterior predominantemente blanco, con toques de color negro.

En la azotea, una pérgola moderna con listones horizontales corona el edificio, añadiendo interés arquitectónico, funcionando como elemento de control solar. La iluminación juega un papel preponderante en el diseño, con luces empotradas bajo los balcones y en la entrada principal, realzando la arquitectura en horas nocturnas.

La planta baja incorpora un garaje integrado con espacio para vehículos, junto a una entrada principal que combina una puerta de madera con un panel de vidrio lateral. Un pequeño jardín frontal con árboles decorativos suaviza la transición entre el edificio y la calle.

La distribución interior del edificio refleja una mezcla estratégica de usos. La planta baja alberga un espacioso local comercial, complementado por un apartamento residencial, fusionando así funcionalidad comercial y habitacional. Los pisos superiores están dedicados exclusivamente a viviendas, ofreciendo amplios y modernos apartamentos que aprovechan al máximo las características arquitectónicas de la estructura.

Esta edificación ejemplifica la arquitectura residencial contemporánea, fusionando funcionalidad con una estética limpia y moderna, y poniendo énfasis en la integración del espacio interior-exterior a través de sus generosos balcones y ventanales.

2024.